Bond: un nombre que llama la atención.
Si buscamos referencias que personifiquen la elegancia en su versión más flemática, a la mayoría nos vendrá a la mente el apellido Bond, que, desde hace más de 60 años, representa la idea de ser objeto de admiración y centro de atención. Bond es una declaración de intenciones de nuestra mente, una percepción sobre lo que buscamos en nosotros mismos si pudiéramos ser todo lo que queremos ser, sin ataduras.
Y, al igual que ese nombre, nuestro sillón también quiere acaparar las miradas. Cada detalle está diseñado con toda la intención. Desde la elegancia típica de la alta costura a las líneas, sólidas y masculinas, no se ha dejado nada al azar.
¿Cómo encajaría Bond en tu vida? Sugerimos un buen libro, un disco de jazz y un Negroni. ¿Por qué no?